Características de tener la mente de Cristo

Transcripción del tema impartido el 28 de abril 2024

Tristemente hay cristianos, o se dicen serlo, decimos “Yo no peco y voy a la iglesia”, pero por dentro odiamos, queremos hacer daño a las personas. Que importante es dejar que Dios obre en nuestra mente, que trabaje nuestra mente, que cambie nuestros conceptos, que forje en nosotros una mente espiritual, no carnal, una mente dirigida por Dios. Poder ver lo que no podemos ver, lo que nuestra mente no alcanza a comprender, en Dios lo podemos alcanzar.

Para muchos de nosotros todavía es difícil controlar, dominar nuestra mente. No dejarnos llevar por viejas costumbres, por lenguaje que utilizábamos. Nuestra mente debe ser pura, limpia.

el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.

Filipenses 2:6

Dios no quiere que nos aferremos a nuestra propia vida, a nuestro propio criterio, a nuestra propia inteligencia. No debemos buscar la altivez, la soberbia, el orgullo, sino con toda humildad buscar la mente de Dios. El problema esta en que nuestra mente no solo piense en las cosas de Dios cuando venga a la iglesia. Este es un gran error que como cristianos, como congregantes hacemos comúnmente. Mientras estamos en la iglesia nos ocupamos de ver, de buscar, a veces durante la semana leemos un pasaje, pero no mas. ¿Cómo vamos a vivir entonces una vida cristiana? La vida cristiana es un estilo de vida, no un pasatiempo, no una convivencia semanal. El ser cristiano es una forma de conducirnos todos los días, una forma de práctica.

A veces pensamos o nos consideramos personas buenas, pero en la práctica, odiamos, criticamos, rechazamos, juzgamos, tenemos malos pensamientos, malas actitudes, malos sentimientos, hacemos todo lo contrario de lo que deberíamos hacer.

Es muy importante que podamos limpiar nuestra mente, y eso se logra con la palabra de Dios.

Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía.

Santiago 3:17

Todos tenemos una capacidad que Dios nos dio y es la del pensamiento. Como hijos de Dios no nos sirve ser un diccionario de definiciones aprendidas de la biblia si no las practicamos. Podemos decir conocer toda la biblia, podemos conocer toda la biblia, podemos desglosar la definición de cada palabra, pero en nuestro estilo de vida, no ser sabios. No tiene caso estudiar o entrar a un instituto solo para demostrar saber mas que el pastor. El tener una mente privilegiada y estudiar mas y saber mas no es justificación para poder tener un estilo de vida en donde hagamos lo que queramos. Nosotros debemos tener un estilo de vida de la mente de Dios. Veamos ahora el siguiente video.

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https://www.youtube.com/watch?v=YZzB1Uca7n0&t=12s

Tenemos que comenzar a ver, como hijos de Dios, a ver el aprendizaje y la enseñanza. Como instructores en una iglesia podemos ver herramientas que son muy útiles y funcionales. La enseñanza ha cambiado mucho, y si nos quedamos con métodos atrasados vamos a tener un gran problema con las nuevas generaciones.

¿Cómo aprendemos la palabra de Dios? ¿Cómo enseñamos a nuestros hijos la palabra de Dios? Si no sabemos como aprender, debemos re-programar nuestra mente para “aprender a aprender” Si no sabemos aprender, ¿Cómo vamos a enseñar? Y si no sabemos enseñar, tenemos un gran problema. Por eso hay una gran brecha entre lo que explica el expositor y lo que recibe la congregación. De todo lo que el expositor quiere transmitir, no todo llega, no todo se entiende, y no todo se practica. Cuando se nos pide predicar, no queremos, decimos “es que no se como” o “es que no se que predicar” Si nos congregamos y solamente oímos, pero no se nos queda nada en nuestro corazón, no se aprovecha lo que Dios nos está dando, la esencia de la palabra, la enseñanza. Por eso cuando viene el enemigo y nos tienta, no tenemos palabra de Dios y entonces reaccionamos como reaccionaría cualquier persona que no tiene la mente de Dios. Hacemos lo que creemos mejor con base a nuestros pensamientos, con base a nuestras experiencias, o de plano nos dejamos guiar por el corazón, por el sentimiento y hacemos torpezas.

A veces vamos a la iglesia, pero no nos llevamos nada. Este es el objetivo de estos temas, que aprendamos a aprender, que nos llevemos en nuestra mente la mente de Cristo. Es cierto que no podemos vaciar todo lo que es Dios en nuestra mente limitada, pero si podemos cambiar nuestro estilo de vida.

Como cristianos debemos tener las siguientes características de la mente de Cristo.

  1. LA PALABRA DE DIOS LIMPIA SU MENTE
  2. ES PURA
  3. PACIFICA
  4. AMABLE, BENIGNA Y MISERICORDIOSA
  5. FRUCTÍFERA FIRME Y SINCERA

Nosotros no alcanzamos estas características por nuestra propia mente, Dios pone en nosotros estas características conforme vamos limpiando nuestra mente. Pidiendo en oración: Señor, transforma mi mente, quita lo que no te agrada, borra estos malos pensamientos…

El conocimiento de la biblia es bueno, debemos aprenderla, estudiarla, analizarla, pero no es suficiente si no se toma como un estilo de vida, si no se practica, si no se ejercita, si no se goza, si no se disfruta, si no se vive diariamente.

Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él.

Come y bebe, te dirá;

Mas su corazón no está contigo.

Proverbios 23:7

Si decimos ser hijos de Dios, debemos comportarnos como hijos de Dios. Ante las situaciones donde nos preguntamos como comportarnos, debemos preguntarnos ¿qué haría Jesús en mi lugar? Entonces podemos ver que nuestro estilo de vida no es de acuerdo a lo que piensa Dios.

Y entre tanto que ellos hablaban estas cosas, él se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz á vosotros.

Lucas 24:36

Cuando el Señor se le aparece a sus discípulos, les dice “Paz á vosotros” No le reclamó al que le negó, no le reclamó a los que lo dejaron solo, no los cuestionó, no les exigió, les dijo “Paz á vosotros” ¿cuántos de nosotros podemos poner la Paz en medio del problema? Entre mas tengamos los pensamientos de Dios en nuestra vida, nos pareceremos mas a Él. Vamos a ser hijos de Dios y vamos a actuar conforme la mente y voluntad de Dios. No quiere decir que Dios tenga “títeres”, por que nos da libertad, pero en esa decisión estamos sujetos a Él. Él nos dice como proceder, como actuar.

Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.

Efesios 5:25-27

Lo que nos limpia es la palabra de Dios. Si no tenemos la palabra de Dios, no podemos ser semejantes a Él. Sabiendo que el nos ve siempre, que el sabe cuantos cabellos tenemos, el sabe todos nuestros pensamientos, ¿cómo nos presentamos todos los días ante Él? ¿qué ve Él en nuestra mente? ¿El último partido? ¿las chicas? ¿los pleitos? ¿de que llenamos nuestra mente?

Cada vez que ponemos algo en nuestra mente debemos preguntarnos ¿Estos pensamientos te agradan a Tí? Dios quiere darnos libertad en nuestra mente, a través de su palabra. El mundo sin agua se muere, nuestra mente sin el lavamiento de la palabra está muerta. Si en nuestra mente no esta la palabra de Dios limpiando constantemente, nuestra mente comenzará a morir, comenzará a secarse, no podrá servir a Dios, viviremos como un zombi, respiramos y caminamos, pero nuestra mente esta perdida, ajena a la vida de Dios. Lo que debemos buscar es una mente renovada, limpia, pura en la mente de Dios para poder tener vida, tener los pensamientos de Dios viviendo y fluyendo en nosotros. Sin agua no hay vida, sin el agua de Dios para purificar y limpiar nuestra mente nos vamos a morir en nuestra propia sabiduría, en nuestra propia inteligencia.

Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. Él respondió y dijo: Escrito está: No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está:

A sus ángeles mandará acerca de ti,

y,

En sus manos te sostendrán,

Para que no tropieces con tu pie en piedra.

Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios. Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás. El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían.

Mateo 4:1-11

En este pasaje, Dios y el enemigo conocen la biblia, se la sabían. El enemigo se la sabe mejor que nosotros. Si en este momento él llega y nos tienta con la palabra, ¿si no la conocemos, cómo le vamos a contestar?

¿Cómo aprendemos la biblia? Podemos hacer uso de biblias de estudio, compendios, diccionarios, diferentes herramientas de estudiarla. Necesitamos crecer como cristianos, pero también en el conocimiento de la palabra. Es importante el conocimiento, pero mas importante leerla y ejecutarla. Si no la aprendemos bien, no la podremos ejercitar bien y mucho menos enseñarla bien.

En ocasiones, en nuestra propia inteligencia, podemos llegar a conclusiones erróneas de la palabra, nos pueden decir que “el equipo ministerial llego a la siguiente conclusión” Si no conocemos la palabra, ¿cómo vamos a poder distinguir lo falso de lo verdadero? Si conocemos la palabra, así sea el mismo enemigo el que venga, no podrá quitarnos la palabra de Dios. Así podremos mantener nuestra fe, nuestra confianza en Dios, por que la palabra de Dios esta en nuestra mente y en nuestros corazones, y nada ni nadie podrá cambiarnos con cualquier viendo de doctrina, ya que tendremos cimentada la palabra de Dios.

A Jehová tu Dios temerás, y a él sólo servirás, y por su nombre jurarás.

Deuteronomio 6:13

Jesús, estando en su condición de hombre, también estudió la biblia. Nosotros como cristianos tenemos que aprender la biblia.

En mi corazón he guardado tus dichos,

Para no pecar contra ti.

Salmos 119:11

Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.

Juan 15:3

Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.

Juan 17:17

La palabra de Dios es absoluta, es verdadera, es genuina. Si nosotros tomamos la palabra o fragmentos de la palabra para interpretarla a nuestra conveniencia, la palabra sigue estando ahí, no va a cambiar.

Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie. Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.

1 Corintios 2:14-16

Hay cosas que aun los cristianos, sobre todo con poco tiempo de serlo, no podemos discernir. Hay asuntos muy particulares en la iglesia que solamente algunas personas que están en el Señor, pueden llegar a tomar una decisión. Estas personas deben ejercer todavía mas un ambiente espiritual, nuestra mente tiene que madurar mas para tomar las decisiones del Señor, aun en contra de nuestra propia opinión o voluntad. Dios nos permite pasar por situaciones para madurar en nuestra mente y en nuestro corazón y nos prueba de esta manera. Dios permitió que Cristo padeciera en la tierra a semejanza de nosotros, y también fue tentado.

El humanismo nos estorba

No basta ser “buenas personas” para agradar a Dios, es mas nos estorba, ya que cuando nos pensamos buenas personas por nosotros mismos, estamos pecando ya que le quitamos el lugar a Cristo. Por eso tenemos que limpiar nuestra mente, nuestro corazón, quitar nuestras ideas. Aún siendo cristianos, nos siguen jalando nuestra ideas, pero el enemigo es mentiroso, y sabe donde atacar, y conoce nuestras debilidades, y sabe donde hacer mella de nosotros. Por eso debemos tener mucho cuidado con lo que dejamos que entre a nuestra mente, y peor, lo que ponemos en práctica. Cuando necesitamos tomar una decisión en nuestra mente, ¿a dónde vamos? ¿a quién acudimos? Vamos al internet, amigos, familiares, “infuencers” y entonces ensuciamos nuestra mente. El humanismos estorba, y todo lo que hemos visto tiene que servirnos para que nuestra mente sea una mente pura.

Y se sentará para afinar y limpiar la plata; porque limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a oro y como a plata, y traerán a Jehová ofrenda en justicia.

Malaquias 3:3

¿Nuestra mente brilla como la plata o como el oro? Dios quiere que nuestra mente brille, y va a trabajar en nuestros pensamientos. El quiere purificar nuestros pensamientos, purificarlos, quitar lo malo para que nuestros pensamientos sean solo de Dios y podamos brillar al mundo, y dar su luz al mundo y ser valiosos para la obra de Dios en sus manos.

Eso es lo que quiere hacer Dios en todos nosotros, no solo en pastores, evangelistas, maestros, sino en todos nosotros. Que seamos diferentes, que se note que somos cristianos, que somos hijos de Dios, porque nuestras obras, nuestro estilo de vida refleja lo que hay en nuestra mente y en nuestro corazón. Por eso muchos no creen en el evangelio, por que muchos de los que vamos a la iglesia no somos lo que deberíamos de ser. La gente no debería juzgar el evangelio por esa situación, pero a veces tienen razón.

¡Que difícil es distinguir algo original de algo falso! Pero cuando una persona conoce, es difícil engañarlo. Por eso debemos tener la mente de Cristo, para saber interpretar correctamente la palabra y no hacer “falsificaciones” en nuestra mente.

No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada. Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra; y los enemigos del hombre serán los de su casa.

Mateo 10:34-36

Lamentablemente hay veces que tenemos malos testimonios de nuestros comportamientos dentro de nuestras propias familias. Debemos tener una mente pacífica en Dios para saber no contestar cuando nos agreden. Debemos dar tiempo también a nuestra familia, no explotar por nuestros problemas, y saber escuchar. Buscar arreglar los problemas sin pelear, sin conflicto, dejar a parte nuestro orgullo. A un siendo cristianos, a veces queremos tener la razón, y en Cristo podemos buscar respuestas a nuestras acciones por el bien del hogar. Tenemos que tener una mente pacífica, llegar a acuerdos poniéndonos en las manos de Dios. Puede ser que no conozcamos lo que hay en la mente de nuestra familia, pero si oramos a Dios, si pedimos a Dios, Dios nos revela y nos enseña por lo que pasa nuestra familia, Dios nos lo ira revelando, pero si tenemos una mente pura, limpia en la palabra y pacífica. Dios no nos va a revelar algo que podamos usar para lastimar. Esta en nosotros tener una mente limpia, pura y pacífica.

¿En qué esta ocupada nuestra mente? A veces llegamos al templo, oímos pero no escuchamos. Nosotros somos los que tenemos que poner atención a la palabra de Dios. Dios no va a obligar a nadie a escuchar. Dios es soberano y Dios da su palabra, algunos la escucharán, otros no, pero la palabra es la misma para todos, pero en la mente en donde germine y de fruto, va a ser de bendición.

Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino. Y el que fue sembrado en pedregales, este es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo; pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza. El que fue sembrado entre espinos, este es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa. Mas el que fue sembrado en buena tierra, este es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno.

Mateo 13:19-23