La Fe

Transcripción del tema impartido el 17 de enero 2024

Para ser Cristiano, se requiere Fe. Sin Fe, no podemos creer.

Existen diferentes tipos de fe. Tenemos una fe nata a diferentes aspectos de nuestra vida que aceptamos sin cuestionar desde pequeños, como saber quienes son nuestros padres o si el día de mañana saldrá el sol.

Todos creemos en cosas que damos por hecho sin cuestionar, y todos tenemos esa fe nata, pero llega el momento en que tenemos conciencia de nuestros pensamientos y podemos aumentar, disminuir o colocar nuestra fe.

La Fe Cristiana no es un sentimiento, es una decisión en la que conscientemente la colocamos en Jesucristo y que se va incrementando o decrementando con base a diferentes factores tales como el conocimiento o la experiencia.

Entonces el Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecería.

Lucas 17:6

En este versículo el Señor da por hecho que tenemos Fe, pero nos pide la forma en la que tengamos esa Fe. Existen diversas opiniones de teólogos acerca de este pasaje. Algunos opinan que el párrafo se refiere a que nos hace falta Fe, que podemos aumentar o disminuir nuestra Fe, que se refiere a donde colocamos nuestra Fe o de que calidad es tu Fe.

En realidad todas estas opiniones son correctas. Necesitamos entender el tamaño de nuestra Fe por que entonces vamos entendiendo que tanto conocemos a Dios.

Nuestra Fe en algo o en alguien va aumentando o decreciendo a medida que nuestro conocimiento en ese algo o en ese alguien se amplía.

Decía también: ¿A qué haremos semejante el reino de Dios, o con qué parábola lo compararemos? Es como el grano de mostaza, que cuando se siembra en tierra, es la más pequeña de todas las semillas que hay en la tierra; pero después de sembrado, crece, y se hace la mayor de todas las hortalizas, y echa grandes ramas, de tal manera que las aves del cielo pueden morar bajo su sombra.

Marcos 4:30-32

El Señor toma esta semilla de mostaza para demostrar la calidad. Nuestra Fe puede ser muy grande o muy pequeña, pero si la colocamos en el conocimiento en el lugar correcto, que es en Cristo. Esa Fe va a crecer y a echar raíces de tal manera que se hace la mas grande. El tamaño pasa a segundo término, lo mas importante es en donde pongo mi Fe, por que la pongo y a partir de ahí que calidad va a tener. Eso es lo que nos hace ser Cristianos.

Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.

Hebreos 11:1

Nuestra Fe no es lógica, lo cual no quiere decir que no sea razonada. Muchas veces no encontramos lógica en la obra de Dios. Tal vez no podamos ver a Dios, pero por nuestra Fe podemos ver lo que obra en nosotros. Creemos en Cristo por que hemos visto su poder y por que hemos experimentado lo que ha hecho en nuestras vidas, aun si no encontramos lógica.

Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios

Romanos 10:17

Por esto nuestra Fe debe estar sustentada en su palabra, no en emociones.

Para que crezca nuestra Fe requiere que tengamos una relación verdadera con Dios. En el grande amor de Dios Él se acerca a nosotros pero nosotros debemos decidir y por voluntad poner nuestra Fe en Él.

Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al que engendró, ama también al que ha sido engendrado por él. En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos. Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos. Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?

1 Juan 5:1-5

Cuando colocamos nuestra Fe en Cristo, somos vencedores por que Él ya venció. Nuestra Fe nos lleva a actuar, a amar a nuestros semejantes, a ser Santos, a hacer obras. Esa Fe viva es la que vence al mundo.