¿Cuántos vamos al templo para escuchar la voz de Dios? Si es el caso, entonces al escuchar al expositor, nos olvidamos del hombre que esta hablando y escuchamos la voz de Dios. Todas las personas somos seres imperfectos, el único perfecto es Dios. Esta bien que procuremos buscar la santidad, pero todos estamos expuestos a fallar a Dios. A veces nos fijamos mas en lo que dice el pastor, en como lo dice, en por que lo dice, que en lo que en realidad nos está diciendo la Biblia.
Hay un gran problema en este siglo. ¿Cuántos de nosotros oramos con nuestros hijos, esposas o esposos? ¿cuántos oramos por las personas en nuestros trabajos o negocios? La generación actual es una generación que no quiere orar, que no quiere obedecer, es una generación rebelde. No quieren escuchar de Dios ni de su santa palabra por que quieren vivir como quieren, y hacer lo que quieren sin tener consecuencias por sus actos, ¡ésto es terrible!
Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias.
Lamentaciones 3:22
Estamos de pie, no por que seamos buenos o mejores que los demás, sino por la misericordia de Dios. Algunas personas no quieren ir a la iglesia por que piensan que son “malos” pero no es cierto que en la iglesia haya pura gente “buena”, pues la iglesia está llena de personas que hemos pecado, hemos pedido perdón a Dios, nos hemos arrepentido y vamos buscando la misericordia de Dios.
No por tener mucho tiempo en la iglesia se alcanza un grado máximo como cristiano. Si somos salvos es por la misericordia de Dios. Él nos tiene misericordia a cada uno de nosotros. Si le hemos mentido, si le hemos fallado, si hemos hecho lo malo ante los ojos de Dios, Su poder es tan grande que aún tiene misericordia para cada uno de nosotros.
La gracia de Dios y el poder de Dios es algo sobrenatural. Él domina sobre lo material de esta tierra. No lo podemos ver, pero podemos sentirlo en todo lo que hace, perfecto y bueno.
1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
Génesis 1:1
Dios creó a los ángeles, por lo que fuera de ésta creación había otra creación mas grande. Ésto muestra el gran poder de Dios.
Lo espiritual domina sobre lo material
45 Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante. 46 Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual. 47 El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo. 48 Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales también los celestiales. 49 Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial.
1 Corintios 15:45-49
Lo importante es lo espiritual, pero muchas veces nos afanamos por la parte material. ¿sabemos donde vamos a pasar la eternidad? Entonces sabemos si estamos con Cristo o si estamos sin Cristo.
Pero si nuestro cuerpo material nos gana, si nos gana la carne, y no queremos ayunar, no queremos orar, no queremos ir a la iglesia y no evangelizamos, estamos dando las peso a lo material. Si pasamos todo el día en el trabajo, en nuestros asuntos, en las redes, en las series, en la televisión, y le damos al Señor una hora a la semana, entonces ¿a que le damos mas tiempo, a lo espiritual o a lo material? No nos engañemos, si nuestra vida está mas inclinada a lo material, que a lo espiritual, entonces no estamos con Cristo.
Es normal que un joven se haga la pregunta de hacia donde va, a donde se dirige, o que va a hacer de su vida, pero muchas veces ya de adultos seguimos preguntándonos, ¿hacia dónde vamos?
1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. 2 Este era en el principio con Dios. 3 Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. 4 En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. 5 La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella.
6 Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan. 7 Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por él. 8 No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz.
9 Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. 10 En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. 11 A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. 12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; 13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.
14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
Juan 1:1-14
El pecado mas grande es no creer en Dios. Todos los pecados son graves, pero Dios nos perdona, pero cuando decidimos no creer en Cristo, eso nos condena, de eso nadie nos puede librar. Cuando no creemos en el, no aceptamos su palabra, no creemos lo que Él hizo, no aceptamos su voluntad, entonces cerramos nuestro corazón y eso nos impide ser salvos. Por eso es necesario el arrepentimiento, por que el que se arrepiente cree en cristo, y entonces viene a la luz.
Tenemos un gran problema, actualmente el mundo decide no creer en Dios, por que no quieren a nadie a quien rendirle cuentas. La gente quiere un Dios que les permita vivir como cada uno quiere, y no como nos indiquen. La Biblia enseña principios, enseña valores, y la gente no quiere hablar de principios ni de valores.
12 ¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. 13 Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; 14 sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. 15 Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo.
Isaías 14:12-15
¿Hacia donde inclinamos mas nuestra vida? ¿Nos concentramos más en el mundo material o en el mundo espiritual? ¿Nos concentramos más en nuestros propósitos o en los propósitos de Dios? Lo que si es cierto es que si queremos pasarnos más del lado espiritual, no podemos solos, requerimos a Jesús.
8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe.
Efesios 2:8-9
6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Juan 14:6
Hoy la gente dice que cada quien tiene su verdad, pero esa es una verdad relativa, pero Él es la vida, y de la vida depende toda la humanidad, todo lo que fue creado y formado depende de Él, de la vida, de la verdad absoluta. En algún momento Dios nos pedirá cuentas de todo lo que hemos hecho, por que el es el dueño de la vida. Si tenemos vida es por que Él así lo quiso. Lo que Dios quiere es que nos acerquemos a Él, que nos volvamos a Él.
Muchos nos sabemos la historia de como Moisés sacó al pueblo de Dios de Egipto. Si nosotros hubiéramos estado ahí y hubiéramos presenciado los milagros que hizo Dios, como abrir el mar, que hubiéramos hecho. Hay mares de problemas, hay mares de luchas, hay mares difíciles de atravesar, y Dios quiere que crucemos el mar. ¿nuestra fe es capaz de atravesar esos mares? En la historia de Moisés se cuenta rápido, pero seguro hubo problemas que quedan implícitos, ¿cuantas personas atravesaron, cuanto tardaron, como cruzaron las carretas, el peso y cosas que llevaban? Las personas tenían que resolver sus problemas con la presión de tener al ejército de Faraón detrás de ellos, pero Dios puso una columna de fuego entre ellos y el ejército, para darles tiempo a cruzar. ¿cuantas veces Dios no nos ha ayudado y ha detenido problemas y nosotros no avanzamos? Dios nos ayuda, pero no nos cruza, el quiere probar nuestra fe y ver que nosotros crucemos.
Nuestra fe en cada prueba es aumentada, en cada circunstancia de la vida crece, se acrecienta, tanto nuestra fe como nuestra confianza en Dios. Si Dios permite que tengamos pruebas, luchas, situaciones adversas, en medio de ellas Él se mueve y permite que veamos su gloria en nuestra vida, y crecemos espiritualmente. Esto es lo que lleva realmente al crecimiento, no el que se sepa la Biblia de memoria, o el ser un experto en teología. Lo que lleva a la iglesia a crecer, a cada uno de nosotros en particular, es la fe, al confianza que tenemos en Dios. En la medida en la que tenemos fe y ponemos nuestra confianza en Dios, crecemos y nuestra mente es tocada y entonces avanzamos hacia la meta, en el rumbo correcto.
Cada uno de nosotros somos responsables en ese crecimiento de nuestra fe. ¿Cuantas personas en el pueblo de Dios, en la época de Moisés, habrán dicho, ¡yo no camino!, ¡primero que pase Moisés! Habrá gente que no nos quiera acompañar, que no nos crea, que quiera detener nuestra fe, que neguemos nuestra fe, ¿para qué vas a la iglesia? ¿para qué estudiar un instituto? ¿para qué creer en Cristo? El cristiano debe mantener su fe y seguir hasta la victoria. A veces somos tales que, aún viendo como se abre el mar, aún viendo el milagro, no creemos. Dios nos abre camino día con día, el nos bendice día con día, ¿y aún así no Le seguimos? Es cierto que en muchos lugares no quieren al cristiano, desde el trabajo, amistades, pero también en nuestra propia familia, pero ¿cuantos de nosotros mantenos nuestra fe?
Éste es un tema importante, nuestro corazón, nuestros pensamientos tienen que ir hacia lo espiritual, hacia los propósitos de Dios, ya no a nuestros propósitos. Nuestra mente debe ser renovada para los propósitos de Dios. Debemos esforzarnos para hacer la voluntad de Dios, aunque esto muchas veces implique el ser rechazados, ofendidos, maltratados, y en casos extremos incluso arriesgar la vida por la labor que hacemos para el Señor. Tenemos que esforzarnos, tenemos que trabajar, tenemos que hacer la voluntad de Dios. Ésto solo está en el corazón de las personas que han entendido el propósito de Dios para con ellos, mientras no entendamos esta parte, seguiremos viviendo como queremos, comportándonos como queremos.
Cada uno de nosotros debemos comenzar a buscar nuestro lugar en la obra de Dios, en nuestra iglesia, en sus propósitos.
Expresión de la importancia de lo espiritual
- Dejar de dormir
- Ayunar
- Orar
- Ser desprendidos
20 sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.
Mateo 6:20
Hay cosas que no son pecado, pero si nos alejan de la bendición de Dios. Dormir no es pecado, pero si duermo menos por orar con Dios soy bendecido, por que puedo hablar con Dios. Cuando no ayunamos no podemos tener esa comunión con Dios. Cuando dejamos de ayunar, de orar, cuando dejamos de tener esa hambre por Dios, entonces nos vamos acostumbrando a la vida normal, a la vida material, y dejamos de hacer lo que nos toca. No esta mal pensar y desear lo material, pero cuando le damos prioridad a lo material en relación a lo espiritual, ese ya es un problema.
Cuando nuestro hijo, esposa, esposo valen mas que lo que Dios dice, estamos en pecado, por que lo primero es Dios.
36 Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? 37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38 Este es el primero y grande mandamiento. 39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 40 De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.
Mateo 22:36-40
33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
Mateo 6:33
El problema es cuando cambiamos a Dios por lo material o le damos mas importancia a lo material que a lo espiritual.
20 sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. 21 Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
Mateo 6:20-21
La Biblia es muy clara en éste versículo, ¿Dónde vamos a hacer nuestros tesoros? ¿Dónde están nuestros sentimientos?
9 Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?
Jeremías 17:9
Una gran mentira es que hagamos caso a nuestro corazón. Nuestros sentimientos y emociones nublan nuestra mente. Nuestras emociones y nuestros sentimientos nublan nuestra fe. A veces los sentimientos y las emociones nos ganan, las seguimos aún en contra de lo que dice Dios, y al final ese camino no trae bendición. Debemos preguntarnos quien manda, ¿los sentimientos, o la palabra de Dios? Tenemos que hacer y decir la palabra de Dios tal como es, y cuando lo hacemos podemos tener problemas, pero
Dios nos respalda.
6 Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. 7 Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. 8 Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;
2 Corintios 9:6-8
Dios ama al dador alegre, no por imposición, no por fuerza, sino al que con alegría se desprende y da de lo que tiene.
Jesucristo y el Padre
19 Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente.
Juan 5:19
El Padre y Jesús siempre actuaron juntos. No hubo soberbia ni rebeldía, intervinieron de una manera conjunta por el bien de la humanidad. Cuando nosotros servimos a Dios, ¿estamos en el propósito de Dios? No debe haber hermanos que se sientan superiores, estamos sujetos a la iglesia, a los pastores y a los líderes por que Dios nos justifica, bendice la unidad y no la separación.
1 Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.
1 Juan 3:1
Si agradamos al mundo, lo mas probable es que no estemos agradando a Dios. En las situaciones difíciles, también es difícil que los amigos estén ahí, pero Dios siempre esta ahí.
28 Les dijo, pues, Jesús: Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces conoceréis que yo soy, y que nada hago por mí mismo, sino que según me enseñó el Padre, así hablo. 29 Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada.
Juan 8:28-29
38 Yo hablo lo que he visto cerca del Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oído cerca de vuestro padre.
Juan 8:38
El Señor hace la voluntad de Dios. Si realmente somos sus hijos, hacemos la voluntad de Dios, si no estamos haciendo la voluntad de nuestro padre el diablo, cada uno de nosotros decide a quien sigue.
49 Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar. 50 Y sé que su mandamiento es vida eterna. Así pues, lo que yo hablo, lo hablo como el Padre me lo ha dicho.
Juan 12:49-50
Su mandamiento es vida eterna, no hay vida después de Dios, fuera de su doctrina no hay vida.
10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.
Juan 14:10
22 Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.
Lucas 10:22
La cita es contundente, no hay nadie más que nos pueda revelar al Padre, sino el hijo.
10 y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos.
Juan 17:10
Juan 10:30
9 Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre? 10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.
Juan 14:9-10
Jesucristo y el Padre son uno, tienen los mismos pensamientos, las mismas emociones, la misma voluntad para nosotros, podemos llegar al padre, a través de Jesucristo.
Si en verdad somos libres vivamos como hijos de Dios, libres del pecado y pongámonos a hacer lo que Dios dice. La libertad que el Señor ofrece es espiritual. Dios sabe lo que hay en nuestros corazones, hoy es el día en el que podemos ser realmente libres. Gocemos de la libertad de Dios. Vivamos como hijos de dios en donde estemos, no caigamos mas en trampas, vivamos y promovamos lo que Dios nos dio, el ser libres.