Transcripción del tema impartido el 17 de abril 2024.
La base de toda creencia es la Fe. Creemos que nuestros padres son nuestros padres por fe (no requerimos una prueba de ADN) A la señora que llamamos “mamá” de niños, sabemos que es nuestra madre también por Fe.
La fe es la base para creer que Dios tiene un propósito para nosotros. No estamos aquí por accidente, por que no tengamos nada mejor que hacer, por que alguien nos invitó… Cuando conocemos a Dios entendemos lo que Dios ha hecho por nosotros a través de la oración, a través de la salvación, a través de la Biblia. Entendemos que no es casualidad que estemos aquí para que Dios cumpla en nosotros su propósito. Debemos creer que realmente somos alguien importante para Dios.
Debemos creer realmente que somos importantes para Dios. De otra manera no podrémos considerar que para nosotros haya un futuro especial. Dependiendo del núcleo familiar a donde pertenezcamos, nuestros padres pueden impulsarnos de diferentes formas, estudiar una carrera, un post-grado, tener un negocio, atender el campo, etc.
Con Dios es lo mismo, cuando creemos en Dios, Él nos habla, Él nos salva, Dios nos hace hijos, y después Dios nos da un propósito. Dios tiene diferentes tipos de propósitos para nosotros:
- Un propósito general, un propósito eterno.
- Un propósito en relación a la humanidad.
- Un propósito individual.
Dios puede llamar a nuestros hijos o a nosotros mismos para cumplir su propósito.
A veces pensamos que , cuando aceptamos a Cristo, pensamos que a partir de ese momento Dios se va a involucrar en nuestras vidas y nos va a dar todo lo que queramos. La realidad es que, cuando llegamos a Dios, Dios nos dice que no existe el “Yo quiero”, existe el “tú perteneces a mi propósito” Entonces el nos toma y el nos inserta en la vid, y a partir de ahí, vamos a cumplir el propósito de Dios. Su propósito no necesariamente coincide con nuestros propósitos terrenales, y es ahí donde podemos creerle o no a Dios.
Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos. Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor. Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.
Juan 15:1-11
Existen muchos ejemplos en la Biblia, algunos espectaculares, y unos muy simples, en el criterio humano.
Hubo un niño al que iban a matar, y para salvarlo lo echaron al rio, esperando que no se muriera. Ese niño fue rescatado por la hija del faraón y le pusieron de nombre Moises. El niño, de esclavo llegó a ser hijo del faraón, y despues con el tiempo llegó a ser el libertador de su pueblo.
Otro niño, al cual, cuando iba a haber fiesta en su casa no fue invitado, y lo mandaron a trabajar. Llega el profeta y le pregunta a Isaí, ¿Dónde están tus hijos? Después de verlos, le vuelve a preguntar ¿No tienes otros hijos? Y el padre contestó, “si, un niño, está pastoreando a las ovejas” El profeta lo mando llamar, y este niño con el tiempo llegó a ser el segundo gran rey de Israel.
Un hombre muy preparado, fariseo de fariseos, muy poderoso. Cuando se encontró con Jesús, Él le dijo: ¿Qué tienes contra mi? Y a partir de ese momento le dijo, “tu me vas a servir”. Le quitó dinero, le quitó poder, lo dejo que lo enviaran a la cárcel, lo apedrearon, lo dejo a veces sin comer. Ese hombre fue el apostol Pablo.
De los ejemplos, a veces quisiéramos que el Señor nos lleve de abajo para arriba, sin ser nada, llegar a ser algo grande. Pero el Señor también puede trabajar al revés, de tener poder y posición, nos dice, ya no mas
Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.
2 Corintios 12:9
Dios nos involucra en su propósito, pero debemos tener la Fe suficiente para entender que si Dios nos llama, Él es fiel para sustentar, para respaldar. En una edad joven, pudiera ser fácil aceptar su propósito. No tenemos hijos, no hay familia, no hay una responsabilidad tan grande. Pero cuando ya tenemos esposa, hijos, carrera, trabajo, y el Señor nos dice “cambio de dirección” no es fácil, pero si tenemos Fe diremos… “Señor, hágase tu voluntad”
El ejemplo de obediencia por excelencia siempre sera nuestro Señor Jesús. El estaba en su trono de gloria, gobernando, dirigiendo, recibiendo alabanza, todos le servían al Señor, y el, por amor a nosotros, dejó todo lo que tenía para salvarnos.
Cuando no tenemos ningún poder, de ningún tipo, tal vez es mas fácil aceptar una situación, por que tampoco tienes muchas opciones. Pero Jesús con el poder que tenía, se mantuvo en obediencia.
Y entró otra vez en el pretorio, y dijo a Jesús: ¿De dónde eres tú? Mas Jesús no le dio respuesta. Entonces le dijo Pilato: ¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengo autoridad para crucificarte, y que tengo autoridad para soltarte? Respondió Jesús: Ninguna autoridad tendrías contra mí, si no te fuese dada de arriba; por tanto, el que a ti me ha entregado, mayor pecado tiene.
Juan 19:9-11
Entonces Jesús le dijo: Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada, a espada perecerán. ¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles? ¿Pero cómo entonces se cumplirían las Escrituras, de que es necesario que así se haga?
Mateo 26:52-54
Jesús pudo liberarse en cualquier momento, pero se mantuvo en obediencia, por que tenía un propósito.
Cuando leemos el pasaje, suena hermoso, impactante, bonito, glorioso, pero cuando el llamado es a nosotros y tenemos que obedecer, ya no lo vemos así. Desde lo mas pequeño, Dios ve si queremos o no formar parte de su propósito. Hasta cosas mas grandes, como llamados a algún ministerio.
A veces cuestionamos, por que nos pasan las cosas, y es que no estamos en el propósito de Dios. Entonces ¿Si estoy en el propósito de Dios, todo me va a ir bien? No necesariamente, pero Dios siempre tendrá cuidado de ti y de tu familia.
David estaba en el propósito de Dios, pero fue cazado, lo querían matar, tuvo que esconderse, pero al final se cumplió el propósito de Dios y llegó a ser un gran rey.
Dios siempre va a estar ahí, y la diferencia entre estar y no estar en su propósito es la actitud fiel de Él con nosotros, o sentimos respaldo en su amor, o nos sentimos alejados de Él.
Tres propósitos de Dios
El Universal
El propósito universal de Dios se ve reflejado en la palabra de Dios.
Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
Génesis 1:26-27
El propósito de Dios siempre ha sido ser bendición.
Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú. Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. Porque yo Jehová, Dios tuyo, el Santo de Israel, soy tu Salvador; a Egipto he dado por tu rescate, a Etiopía y a Seba por ti. Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé; daré, pues, hombres por ti, y naciones por tu vida. No temas, porque yo estoy contigo; del oriente traeré tu generación, y del occidente te recogeré. Diré al norte: Da acá; y al sur: No detengas; trae de lejos mis hijos, y mis hijas de los confines de la tierra, todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice.
Isaías 43:1-7
Dios nos creó a todos para gloria suya, es decir, para manifestar su amor. Por ejemplo, cuando nosotros tenemos mucho amor, nos mueve a manifestar-lo, tal vez adoptemos una mascota, o un niño, o apoyamos a una institución de beneficencia, pero cuando uno tiene mucho amor, se mueve para demostrar-lo. De la misma manera Dios, el tenía a sus ángeles que le adoraban, pero quería manifestar su amor, en su creación, y la joya de esa creación fue el ser humano.
Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, Santo, Santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria.
Isaías 6:3
Tal vez algunas personas puedan cuestionar, ¿Cómo que la gloria de Dios esta en toda la tierra?, hay contaminación, hay guerras, hay conflictos, hay enfermedades. En ese sentido en general se toman estas cosas como excusa, para alejarnos de Dios. Si nos acercáramos a Dios, toda la humanidad, y transformáramos nuestra mente, no habría guerras, habría una comunión con el Señor. Todos en el mundo tenemos la capacidad de recibir y manifestar la gloria de Dios, pero no todos la quieren recibir. Esa es la gran diferencia, si vamos a Dios lo primero que nos encontramos es con las leyes de Dios, y no todos están dispuestos a seguirlas, a despojarse, a transformarse. Ese es el gran problema.
Los cielos cuentan la gloria de Dios,
Y el firmamento anuncia la obra de sus manos.
Salmos 19:1
Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.
Romanos 1:20
¿Cómo sabemos que Dios nos ama? Por que Dios sigue sustentando la vida. Todo se refleja en lo que hace, pero nosotros tenemos el poder de transformarnos, para bien o para mal.
y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.
Apocalipsis 1:6
Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.
Juan 14:3
Con la raza humana
Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron; y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.
De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así. De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.
2 Corintios 5:14-20
Ese es un gran propósito que Dios nos dejó a todos. Tenemos a nuestro cargo el ministerio de la reconciliación, evangelizar, predicar, decirle a la gente, “Dios te ama”, decirle a la gente “Dios quiere algo contigo”, “Dios es real”, pero la mayor predicación que podemos hacer es el testimonio. Nuestro mayor evangelismo siempre será nuestro testimonio. En lo que creemos es en la palabra de Dios, en quien creemos es en Dios y hay que ser congruentes con lo que hacemos. Aunque nos sepamos toda la biblia, aunque estemos al frente de una congregación y prediquemos, si nuestro testimonio no es congruente entonces no podemos ser embajadores de Cristo.
Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer. Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así. Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto.
Génesis 1:26-31
Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos. Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia; para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro.
Romanos 5:19-21
Le dijo entonces Pilato: ¿Luego, eres tú rey? Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz.
Juan 18:37
Individual
El propósito de Dios es que cada uno de nosotros procedamos al arrepentimiento. Como cristianos ya procedimos al arrepentimiento, Dios ya se encontró con nosotros y nos recibió, nos adoptó, somos sus hijos, somos su pueblo, somos su iglesia. Y ahora, ¿Cuál es nuestro propósito?
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
Jeremías 29:11
Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar. Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros
Isaías 55:7-9
todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice.
Isaías 43:7
Lo que tenemos que resaltar es que Dios, cuando nos recibe, ya tiene un propósito. Ahí entra nuestra fe, Si el ya tiene un propósito entonces no vamos a pelearnos con el, lo que el nos diga es verdad, es lo mejor y es lo que necesitamos. Entonces si Dios nos pide algo en nuestro hogar, nos pide algo sobre nuestros hijos, sobre nuestro matrimonio, lo vamos a hacer, por que tenemos Fe. Dios tiene pensamientos para nosotros, podemos entender-los o no, podemos comprender-los o no, podemos creer-los o no, pero si nuestra fe está en que Él es Dios, claro que lo vamos a hacer. Eso solamente es fe.
porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.
Filipenses 2:13
Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí
Isaías 6:8
Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. No apaguéis al Espíritu.
1 Tesalonisenses 5:16-19
Entonces, Dios tiene para nosotros pensamientos de bien, pensamientos de verdad, y ¿Cuál debe ser nuestra actitud? Debe ser de gozo, de disposición, y obedecer, para que se cumpla el propósito que Dios tiene para nosotros.
Al final, se trata de fe. Cuando vamos con la bendición del Señor, hay que obedecer, por que cuando hacemos su voluntad, vemos la gloria de Dios, pero tenemos que creerle a Dios.
Debemos buscar un propósito, pero este propósito nunca va a ser para “consumo personal” Debe ser mi llamado, mi propósito, debe ser de bendición para otros, y después viene lo mas difícil, ser constantes.
Cuando estamos en la prueba, es donde mostramos que en verdad estamos con Dios, o nos regresamos. El costo que pagamos es la fe, la permanencia, la constancia, la convicción, ahí es donde pagamos ese precio.
Buscar un propósito
Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
Mateo 7:7
Así, los primeros serán postreros, y los postreros, primeros; porque muchos son llamados, mas pocos escogidos.
Mateo 20:16
Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.
Mateo 26:41
¿Por qué son pocos los elegidos? Pues es por que son pocos los que le buscan.
Bendición para otros
No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales. Sabéis que cuando erais gentiles, se os extraviaba llevándoos, como se os llevaba, a los ídolos mudos. Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo.
Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. Porque a este es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.
Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.
1 Corintios 12:1-13
Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros. De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.
Romanos 12:4-8
Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.
Efesios 4:11-16
Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.
1 Pedro 4:10
Cada uno tenemos diferentes dones, cada uno sin excepción tenemos algún don ¿por qué no los manifestamos? Por que no nos movemos. Tenemos que ejercitar esos dones. Cuando nos involucramos en alguna actividad de la iglesia, sobresalen nuestros dones, es donde nos podemos dar cuenta, por que es Dios en nosotros, manifestando esos dones.
Permanecer constantes
No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.
Apocalipsis 2:10
Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.
1 Corintios 15:58
Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.
2 Timoteo 2:15
Por lo cual, teniendo nosotros este ministerio según la misericordia que hemos recibido, no desmayamos.
2 Corintios 4:1
Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos; llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos. Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. De manera que la muerte actúa en nosotros, y en vosotros la vida.
Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos, sabiendo que el que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará con Jesús, y nos presentará juntamente con vosotros. Porque todas estas cosas padecemos por amor a vosotros, para que abundando la gracia por medio de muchos, la acción de gracias sobreabunde para gloria de Dios.
Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
2 Corintios 4:7-18
Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.
Lucas 9:62
Todos tenemos dones, y tenemos en Dios un propósito. Para adquirirlo, tienes que buscar, tienes que involucrarte, déjate llevar por Dios, y tarde o temprano manifestarás los dones, y cuando los manifiestes, no los sueltes, permanece constante sirviendo a Dios. En su momento Dios te capacitará y entonces te bautizará con el Espíritu Santo, te llenará de algún talento especial.
En el pueblo de Dios nadie sobra y nadie es inútil. Dios no nos salvo, Dios no nos sacó del pecado para hacernos inútiles. Dios nos sacó para darnos un propósito, para darnos dones, para darnos fortalezas y nos sigue llevando a donde quiere tenernos.