Transcripción de la prédica del 30 de marzo 2025
En la primera parte del tema, se veía que la bendición de poder orar es solo del cristiano, la oración va dirigida al Padre, en el nombre de Jesús, aunque en la Biblia se muestra que no siempre se lleva el mismo protocolo de pedir al Padre en el nombre de Jesús, hay veces que se clama a Jesús o al Espíritu. El tema es la Fe, y hay que saber donde esta puesta nuestra Fe, en Dios, en la bendición de Dios, o en lo que nosotros queremos.
Pablo pidió al Señor tres veces que le quitara éste aguijón, y el Señor dijo: “No, bástate en mi gracia”
Nosotros le hemos pedido a Dios muchas cosas, algunas nos dice si, otras no.
21 y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito.
Job 1:21
A veces no son fáciles las respuestas de Dios, pero tenemos que poner nuestra Fe en Él. Le podemos pedir que sane a alguien, que salve a alguien, que perdone a alguien, incluso a nosotros mismos, y el Señor puede decir “NO”.
Ahí es donde radica el conocimiento de Dios, nuestra Fe. Si nuestra Fe esta puesta en la bendición, vamos a perder y nos vamos a enojar y alejar de Dios, pero Dios es soberano, y el hace lo que mejor nos conviene.
7 Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. 8 Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo,
Filipenses 3:7-8
A veces quisiéramos que nuestra Fe estuviera en la bendición, pero no siempre es así, Él es Dios y Él es soberano. Si nuestra Fe esta siempre puesta en Dios, siempre nos va a ir bien. Podemos recibir la respuesta con una sonrisa o con un dolor en el corazón, pero la respuesta de Dios es fiel y tiene un fruto futuro, pero sobre todo su respuesta es lo que necesitamos, no lo que queremos, pero bendito sea el nombre de Dios.
Debemos creerle a Dios, solamente a Dios, y la Fe sustentarla en su palabra. Si no tenemos una relación con Dios, no tenemos su palabra, y si no tenemos su palabra, ¿en que fundamentamos nuestra Fe?
Cuando Dios habla, Él nos dice lo que nos quiere dar a conocer, nos guste o no. Él no nos da cosas malas, por que Él es Santo, pero si nos hace que pasemos por valle de sombra y de muerte. No quiere decir que tenemos un Dios malo, quiere decir que es necesario que pasemos por esa situación para salir edificado. Dios dice que nos meterá en un horno de fuego, dice que aunque las corrientes de las aguas nos tengan ahí, saldremos adelante.
Eso no hace a Dios malo, eso nos muestra que tenemos un Dios que nos protege de tal manera que nos prepara, nos capacita, para su reino en esta tierra, y mas adelante estar con Él sirviéndole, adorándole, trabajando para Él.
6 Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.
Santiago 4:6
Amados hermanos, a veces no somos humildes en la oración. Hay líderes espirituales que dicen que a Dios se le arrebata, a Dios se le exige, a Dios se le acorrala, ¡de ninguna manera! Dios da gracia a los humildes, a Dios se le ruega, por que Él es Dios.
Comparados con el universo, cada ser humano es una partícula inmensamente diminuta, pero aún así, Dios vive en nosotros. ¿Cómo vamos a llegar con el dueño de todo a arrebatarle y a decirle que tiene que hacer? ¡no hay manera!
Dice la palabra del Señor que hubo un ser hermoso que vivía en el cielo, llamado lucifer, quien quiso ser semejante a Dios. ¿Entonces de donde viene esa necedad, ese engaño, esa soberbia de querernos poner a mismo nivel que el Señor? Viene de lucifer. Todos los que practican éstas ideas no son del Señor, por que al Señor se le ruega.
En el libro de Apocalipsis, los 24 ancianos se postran y ponen delante del Señor sus coronas, le rinden honor y gloria al Señor, al rey de reyes, al creador del universo, ¿nosotros quienes somos para arrebatar y decirle que cumpla su palabra? ¡Al Señor se le ruega!
¿Qué le dice la serpiente a Eva en el huerto del Edén? No moriréis, sino que seréis como Dios. Cuando se nos dice desde un púlpito que somos un tesoro especial, reyes y sacerdotes, la obra mas grande del Señor, la joya de la creación, nos sentimos bien, pero si nos dicen que somos como el gusano de Job, que somos pecadores, somos polvo y miseria, no nos gusta.
Somos hijos de Dios, nunca lo debemos perder de vista, pero en comparación a Dios, somos polvo y miseria. Por amor hemos sido adoptados, hechos hijos y puestos en la mesa, nos ha hecho reyes y sacerdotes, pero fue poro amor, no por ganancia, no por que lo merezcamos, fue por el afecto de su voluntad, pero en comparación a Dios, somos polvo y miseria.
Al Señor le rogamos, le suplicamos y esperamos su voluntad, y aunque su voluntad no ponga una sonrisa en nuestra cara le decimos “gracias, por que me has escuchado”
En las generaciones anteriores se entendía bastante bien una línea de autoridad, comenzando por la casa. Un hijo no podía llegar y exigir la comida, por que se le corregía. Actualmente en los trabajos, las nuevas generaciones no se les puede exigir por que renuncian, por que se sienten agredidos. Actualmente no se lucha por un matrimonio. Se pierde todo por que no se lleva una línea de autoridad, de responsabilidad, de disciplina.
Hoy día parece que los adolescentes son los que mandan a los padres. Había dos palabras que nos enseñaba, por favor y gracias, y parece que ya no se enseñan. Nuestros padres nos enseñaban a saludar. Hay muchas cosas que se podían enseñar conforme a la Palabra de Dios, y hoy se prohiben.
Hemos perdido la humildad, el respeto, el orden, y lamentablemente lo trasladamos hacia Dios, y entonces hoy Dios tiene la obligación de cumplir lo que dice su palabra, y si no me enojo, y si no ya no le creo, y si no ya no soy cristiano. La sociedad esta llevando a una falsa Fe, a un distanciamiento de Dios. Si se le dice a una mujer que debe someterse a su marido, hoy día nos dirían misóginos, machistas, opresores. No se le puede decir a una mujer de hoy que su marido es su cabeza, por que es un mensaje de odio y ofensa. Ese es el orden de Dios, y por eso muchos no quieren ser cristianos.
2 Os alabo, hermanos, porque en todo os acordáis de mí, y retenéis las instrucciones tal como os las entregué. 3 Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo. 4 Todo varón que ora o profetiza con la cabeza cubierta, afrenta su cabeza.
1 Corintios 11:2-4
Nuestras oraciones ya no van a llegar a Dios, por que nos falta humildad, por que nos falta Fe y respeto al Señor, por que lo vemos con un sirviente con un título grande. Hay doctrinas que piensan que a Dios se le puede mandar, pero a Dios nadie le manda nada, y los ángeles son superiores a nosotros, ellos ayudan y nos sirven si Dios los manda, no al revés. Nosotros clamamos y suplicamos a Dios para que Él en su misericordia nos provea, nos cuide y haga lo que Él quiera. La humildad jamás puede faltar en la oración.
El mayor modelo de humildad fue la frase de nuestro Señor en el huerto del Getsemaní, diciendo “Señor, hágase tu voluntad”
39 Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.
Mateo 26:39
Muchos teólogos debaten en por que Jesús dijo “pasa de mí esta copa” Jesús también dijo “Dios mio Dios mio, por que me has abandonado” aunque hay muchas opiniones, en lo personal yo creo que lo que Jesús estaba pidiendo al Padre es que, aun si el tenía que cargar con todos los pecados, no se separara de la comunión del Padre. Pero el punto es que sea la razón que sea, Jesús se sujetó a la autoridad del Padre y le dijo “hágase tu voluntad” El hijo de Dios, sujetándose en humildad al Padre diciendo “hágase tu voluntad” Pero el “humano light cristiano” declarando y arrebatando.
Sin humildad, nuestra oración no va a llegar, no va a tener el efecto y el impacto necesario, que es una respuesta divina, sea cual sea, si, no, después, claro que lo haré… pero mientras Dios conteste, alabado sea el Señor. Pero nunca podemos perder de vista la parte de la humildad. Es fundamental para nuestra vida.
Otra cosa que impide que la oración tenga un efecto verdadero en la vida de cristiano, es el pecado.
59 He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír; 2 pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír. 3 Porque vuestras manos están contaminadas de sangre, y vuestros dedos de iniquidad; vuestros labios pronuncian mentira, habla maldad vuestra lengua.
Isaías 59:1-3
Dios sigue siendo Dios, nadie lo limita, Él no se limita, pero nuestras iniquidades hacen división entre nosotros y Dios. Y nuestros pecados han han hecho ocultar su rostro para no escucharnos.
Retomando el tema de la humildad, muchas veces nos sentimos tan santos, tan buenos, que creemos que ya no tenemos que pedir perdón, y Dios debe actuar por que somos sus hijos. Pero si somos hijos de Dios, debemos comportarnos como tal.
Ese pecado, esa iniquidad, impide que recibamos lo que debemos recibir. Dios tiene todo el poder, pero que no se nos olvide, Dios es amor, es verdad, es misericordia, pero también justicia, santidad e integridad. Dios manifiesta lo que es, puede ser que no lo entendamos o que no lo veamos, pero el va a cumplir.
Dicen que no hay verdades absolutas, pero si hay una, Jesucristo, Él es el camino, la verdad y la vida. Si Dios dice que nos mantengamos, hay que mantenernos. Si nos dice “levántate y sírveme” eso debemos hacer, pero lo primero que hacemos es dudar. El enemigo le cree mas a Dios que nosotros a Dios, por que cuando escucha que Él nos habla y que nos quiere levantar, el enemigo llega y nos desanima, nos achaparra, nos grita, nos pone pruebas para derribarte, o te sube el ego para no creerle a Dios y ocuparnos de otra cosa. Dios sabe que somos, lo que hemos hecho en el día, en la semana, en toda nuestra vida, y aún así nos dice “Yo te amo” y nosotros no lo creemos, y nos volvemos nuestro propio Dios. Eso es pecado, por que perdemos la Fe. Entonces no solo es lo que hacemos mal, sino también lo que no hacemos bien.
16 Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala; 17 y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.
Santiago 4:16-17
¿Cuántas veces hemos negado el obedecer a Dios? Nos dice, “pedícale a esta persona” y no lo hacemos, “habla en el micro de Mí” y no lo hacemos. Y luego nos quejamos de que Dios ya no nos habla. Dios no nos va a rogar, nosotros debemos rogarle a Él. Dios no nos necesita, Él sin nosotros sigue siendo Dios, nosotros sin Dios no somos nada. Él puede levantar a otros, pero Él nos ama tanto que quiere que nosotros lo hagamos.
Dios nos tiene mucha paciencia y amor, pero también Dios es justo. Llegará el día en el que hará cuentas con nosotros.
49 Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos, 50 y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.
Mateo 13:49-51
No habrá vuelta para atrás. Entonces que no nos gane el pecado ni la incredulidad. Dios también guarda silencio.
16 La palabra que nos has hablado en nombre de Jehová, no la oiremos de ti; 17 sino que ciertamente pondremos por obra toda palabra que ha salido de nuestra boca, para ofrecer incienso a la reina del cielo, derramándole libaciones, como hemos hecho nosotros y nuestros padres, nuestros reyes y nuestros príncipes, en las ciudades de Judá y en las plazas de Jerusalén, y tuvimos abundancia de pan, y estuvimos alegres, y no vimos mal alguno. 18 Mas desde que dejamos de ofrecer incienso a la reina del cielo y de derramarle libaciones, nos falta todo, y a espada y de hambre somos consumidos.
Jeremías 44:16-18
En el pasaje anterior el pueblo de Israel prefiere a la reina del cielo, que obviamente es un demonio. Así le contesta el pueblo al profeta y a Dios mismo. Podemos decir “que fuerte” pero es lo que sucede hoy. ¿por qué creció tanto el culto a la muerte? Porque ese demonio actuaba y cumplía, pero pedía almas, sacrificios, y la gente prefiere darle eso al demonio que esperar pacientemente en Dios. Lo que le piden, si se los cumplió, hay milagros engañosos y el demonio responde, pero su fin es la muerte. Pero la gente no lo quiere entender. Lo que pasó eses momento Israel, lo estamos viviendo hoy en México.
Por eso muchas personas que siguen la religión popular en México les decimos que no les diga a su ídolo “reina del cielo”, por que bíblicamente es un demonio.
No importa la denominación, solo hay dos caminos, los que sirven a Dios y los que no, en todos lados, y es bíblico, por que el trigo y la cizaña crecen juntos. Es deber personal servir a Dios y estar en un lugar de sana doctrina, que sea bíblico y que nos edifique y nos haga crecer en nuestra relación con Dios.
¿Qué pasa con las personas que están afuera y que no tienen el privilegio de orar? ¿cómo es que Dios los salva? Hay muchas cosas que influyen.
13 porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
Romanos 10:13
Esa es nuestra Fe, que si la gente de afuera invoca el nombre del Señor con Fe, puede y será salvo. Pero es una oración de Fe, no una oración emocional. En la oración de Fe reconocemos a quien le oramos, a Dios, debemos humillarnos ante Dios y pedir perdón por lo que hemos hecho, entonces pedir y suplicar para que nos acepte como sus hijos. Ésta oración es personal y en un trato directo con Dios.
Hay cursos que enseñan como orar e interceder, pero ¿en verdad quieres aprender a orar? Dobla tus rodillas, ¿quieres aprender a interceder? Ama, es el Espíritu quién gime a través de nosotros, no somos nosotros, no hay una técnica, ni siquiera elegimos por quién interceder. Es el Espíritu quién nos guía para interceder, y nos lleva a interceder por algo, por alguien, por una circunstancia, pero es el Espíritu de Dios clamando a través de nosotros por alguien y para que esto pase no necesitamos un curso, necesitamos ocuparnos en oración, y el Señor nos va enseñando a interceder y a orar.
Si queremos aprender a orar e interceder, sólo hay un camino… el altar. Por eso debemos dar un espacio en nuestros hogares especialmente designado para orar. No se requiere un lujo, Él quiere ver un corazón sincero, un corazón humilde y arrepentido, con Fe en Él y no solo en lo que Él hace. Pero no todos están dispuestos a pagar el precio, a someterse a Dios y pedir que nos corrija, que nos levante y ser mejores.
Nuestra responsabilidad sigue siendo muy grande. Nuestra oración no solo es para nosotros, es para el favor de alguien mas. A veces nos toca orar por años por alguien o por algo, pero Dios siempre da la respuesta. Conforme vamos aprendiendo a orar de una forma eficaz, nos vamos dando cuenta que el enemigo también llega a patear la puerta.
Si tenemos un familiar no cristiano, hay que interceder, con amor, sin cesar. Puede ser que el Señor en algún momento nos diga “ya no pidas por esto” pero para llegar a esto, puede ser que llevemos años soportándolo en oración, insistiendo, buscando, recibiendo ofensas, pero el Señor nos sigue pidiendo que continuemos. Mientras Él quiera, y hasta donde Él quiera, Dios es soberano y sabe por que hace las cosas.