Transripción de la prédica del 3 de noviembre 2024
7 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: He aquí, yo salvo a mi pueblo de la tierra del oriente, y de la tierra donde se pone el sol; 8 y los traeré, y habitarán en medio de Jerusalén; y me serán por pueblo, y yo seré a ellos por Dios en verdad y en justicia.
9 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Esfuércense vuestras manos, los que oís en estos días estas palabras de la boca de los profetas, desde el día que se echó el cimiento a la casa de Jehová de los ejércitos, para edificar el templo.
Zacarías 8:7-9
En ésta época en la que se celebra día de muertos y haloween podemos ver en la calle idolatría, culto a los muertos, costumbres, necesidad, ignorancia.
En cuanto a éste último punto, se puede pensar que la gente es ignorante por que no conocen la palabra del Señor, hacen lo que creen y lo que acostumbran, ignoran la verdad de la palabra. La gente festeja de acuerdo a lo que han sido enseñados, y también se han adoptado costumbres ajenas por diversión.
Hay ignorancia espiritual, aunque también hay personas que saben de Cristo, por que han escuchado de Él, por que se les ha hablado de Él, pero no quieren conocerlo.
Juan 8:31-32
Hay gente que incluso saben que esta mal celebrar estas fechas, conocen su origen, pero se niegan a conocerlo, a conocer la verdad, y entonces piensan que pueden hacer lo que quieren. Nosotros como cristianos debemos reconocer que en esos casos hay mucha necesidad y mucho trabajo que hacer.
Hay una ignorancia espiritual, por que hasta que somos salvos entendemos muchas cosas, pero también hay personas a las que se les ha hablado de muchas formas, no solo las iglesias cristianas, incluso se ha marcado una tendencia en la que se sabe que en estas fechas hay violaciones, sacrificios, pérdida del dominio, etc.
6 Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.
Oseas 4:6
El mundo está desechando la verdad, Jesús no vino a condenar al mundo, pero el mundo ama mas las tinieblas.
16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. 17 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. 18 El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. 19 Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. 20 Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. 21 Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.
Juan 3:16-21
Es cierto que hay ignorancia, pero la gente también quiere ser ignorante, pero cuando hay circunstancias y problemas, presiones, entonces corremos al sacerdote, al pastor, a la limpia, a cualquier cosa que nos pueda ayudar. No hay desinformación, la gente rechaza el conocimiento, la gente prefiere mantenerse donde está.
5 Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; 6 cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, 7 en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas.
Colosenses 3:5-7
El rechazar la información ya es desobediencia, el ignorar, y por eso vendrá la ira de Dios.
Mientras no dejemos que Dios impacte en nuestra vida, aun los cristianos, seguimos cayendo en esos errores.
Al final, hay cierta ignorancia, de las consecuencias, de la magnitud de sus acciones, pero la gente lo hace por que lo quiere hacer, no alcanzan a entender en donde se encuentran parados porque no ven, no escuchan, Dios no los ha salvado, no les ha quitado la venda de los ojos o los tapones de los oídos. No se dan cuenta de la magnitud, pero si saben que esas acciones a Dios no le agradan. Muchos de nosotros no nos dábamos cuenta del hoyo en el que estábamos hasta que Dios nos sacó de ahí.
Regresando a Zacarías, Dios salvó a su pueblo, Él lo liberó de sus enemigos y su pueblo lo reconoció como su Dios, y Él reconoció a éste pueblo como suyo.
En las jornadas y actividades de evangelización muchos escuchan, muchos se arrepienten, muchos aceptan a Cristo, al día siguiente incluso asisten a al culto y después ya no se presentan.
En las calles, en estos días muchos están permitiendo la entrada a Satanás, festejando su día, dándole permiso de hacer lo que él quiera.
23 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: En aquellos días acontecerá que diez hombres de las naciones de toda lengua tomarán del manto a un judío, diciendo: Iremos con vosotros, porque hemos oído que Dios está con vosotros.
Zacarías 8:23
si Dios viniera en este momento, ¿le creeríamos después de lo que vemos en las calles en estos días? Es difícil creer. ¿Cuantas personas a las que les hemos hablado han ido al templo y han dicho, ahí se habla de Dios, ahí se siente la presencia de Dios? Es difícil pensar que esto pasará, a pesar de lo que vemos, a pesar de lo que seguiremos viendo. Pero debemos creer y tener fe, y no debemos dejar que nuestra fe se apague, por que todavía vienen cosas peores y Dios nos seguirá pidiendo que salgamos a predicar en las calles, Dios nos seguirá pidiendo que hablemos de la verdad, nos seguirá pidiendo demostrar a la personas que al menos en nuestro templo se honra a Dios.
No es una tarea sencilla, somos su pueblo, lo reconocemos como nuestro Dios, Él nos reconoce como sus hijos. ¡tenemos una tarea!
10 Porque antes de estos días no ha habido paga de hombre ni paga de bestia, ni hubo paz para el que salía ni para el que entraba, a causa del enemigo; y yo dejé a todos los hombres cada cual contra su compañero. 11 Mas ahora no lo haré con el remanente de este pueblo como en aquellos días pasados, dice Jehová de los ejércitos. 12 Porque habrá simiente de paz; la vid dará su fruto, y dará su producto la tierra, y los cielos darán su rocío; y haré que el remanente de este pueblo posea todo esto. 13 Y sucederá que como fuisteis maldición entre las naciones, oh casa de Judá y casa de Israel, así os salvaré y seréis bendición. No temáis, mas esfuércense vuestras manos.
Zacarías 8:10-13
En esta parte de la Biblia el “remanente” se refiere a los pocos fieles que quedaban al Señor de todo su pueblo, los que todavía lo escuchaban, lo obedecían y lo seguían. Pareciera que estamos en esa etapa, en la que de todo un pueblo, queda el remanente. El Señor ya viene, las pruebas son cada vez mas difíciles, el amor de muchos ya se está enfriando, y queda el remanente.
El remanente Dios lo va a bendecir, lo va a levantar y lo va a respaldar para que sea de bendición y testimonio a otras personas, para que todo mundo pueda ver que Dios sigue cuidando de los suyos y que Dios sigue sanando.
Hay momentos en la vida de todo cristiano en los que no hemos sido de ese remanente. No fuimos fieles al Señor, llegamos a pecar, a desistir, a ofender a nuestro Dios. Pero ¿usted no creé que Dios nos puede perdonar? ¿no creé que Dios puede restaurar en nosotros el amor a Dios, a nuestros hermanos y a las personas del mundo?
¿Usted creé que Dios puede todavía salvar? ¿que Dios puede todavía bendecir, aún a pecadores como nosotros?
Dios elige lo imperfecto, para manifestar su gloria.
6 Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.
Viviendo por la fe
7 Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros,
2 Corintios 4:6-7
Dios sabe que estamos cansados, incluso desanimados. Él sabe que el viaje no ha sido sencillo, y también sabe que no podemos solos. Sabe que si nos escogió, Él nos va a respaldar. Dios sabe que no importa cuantas veces nos rechacen, a Él lo rechazaron mas. No importa cuantas veces nos insulten, o nos digan que estamos locos, o que somos dogmáticos y retrógradas, entre otras cosas. Pero al Señor le hicieron todo esto y mucho mas. Él no se lo mercería, tal vez nosotros si, y aun así Él tiene amor por todos los de allá afuera, por todos los que lo insultaron y lo menospreciaron, ¿no podremos ser parte de ese amor también?
16 Estas son las cosas que habéis de hacer: Hablad verdad cada cual con su prójimo; juzgad según la verdad y lo conducente a la paz en vuestras puertas. 17 Y ninguno de vosotros piense mal en su corazón contra su prójimo, ni améis el juramento falso; porque todas estas son cosas que aborrezco, dice Jehová.
Zacarías 8:16-17
¿Cómo lo vamos a lograr? ¿cómo vamos a enseñar a las personas de afuera que hay un Dios, que está vivo, que es vigente, que salva, que perdona y restaura? Las personas de “afuera” no pueden estar en contacto íntimo con Dios, por todo el pecado que cargan y que no han soltado. ¿Cómo van a conocer a nuestro Dios? ¡a través de nuestro testimonio!
Las acciones hablan mas que las palabras. Así que hablemos con la verdad y con acciones. No podemos hablar de la verdad si no tenemos a Dios en nuestros corazones guiándonos. Se dice fácil, pero vivirlo no es tan sencillo. Tenemos que ser íntegros, cuando él ya nos restauró, cuando estamos en constante comunión con Él, y lo primero que escuchamos al despertar es su voz, y lo último antes de ir a dormir es su voz, su palabra. Entonces es mas difícil que nuestra integridad falle. Es mas difícil que gane nuestra carne y que le hagamos daño a nuestro prójimo, es mucho mas difícil que no nos dejemos guiar por en nuestras acciones. Pero hay un precio, y ese precio es perder nuestra vida, para que Él la convierta en algo mucho mas grande.
El mundo hoy día cree que lo mas grande que tienen son ellos mismos, que la honra y lealtad es a uno mismo. Como cristianos es la mayor aberración que pueden decirnos. Nuestra lealtad debe ser hacia Dios. Somos corruptibles, nos equivocamos, no somos perfectos, pero aún así debemos ser leales a Dios . La gente afuera piensa que no hay nada que valga la pena como para perder su vida, lo que son, pero si lo hay, y es Dios.
¿Qué es lo peor que puede pasar si nos entregamos a Dios? ¡que nos perdamos a nosotros mismos! Pero entonces va a surgir un verdadero hijo de Dios, un verdadero siervo de Dios, una verdadera herramienta capaz de completar y aportar a la obra de Dios y al plan perfecto que Dios tiene para el ser humano. ¿suena esto tan mal? Yo creo que no, de hecho suena bien, perdernos a nosotros mismos para convertirnos en algo mejor. Como iglesia esa es la definición de una vida exitosa. Ese es un éxito que nadie de allá afuera logra entender, pero que nosotros buscamos, que Dios nos use y que algún día podamos verlo cara a cara.
¿Cómo juzgamos según la verdad? No quiere decir que juzguemos al prójimo, ¿por que Dios pide que juzguemos según la verdad? Esto es por que cuando la iglesia juzga según la verdad es mucho mas difícil que el pecado entre a la iglesia. Cuando nos dice que juzguemos, no nos dice que condenemos a nuestro hermano, juzgar no es lo mismo que condenar. No podemos condenar a la gente de afuera, pero si tenemos el suficiente conocimiento para indicar que lo que hacen es pecado o es correcto a los ojos de Dios, según la verdad. A veces la verdad es incómoda.
Para hablar de la verdad tenemos que estar muy cerca de la verdad, por eso es necesario que leamos la palabra que diario aumentemos nuestro entendimiento. La palabra no cambia, pero nuestro entendimiento de la palabra si. Dios es tan inmenso que nunca terminamos de conocer de Él. Siempre hay algo nuevo que aprender de Él, siempre hay algo nuevo que conocer de Él, siempre hay algo nuevo que vivir en Él. Sólo de esa manera podremos juzgar de acuerdo a la verdad, y asegurarnos que no somos nosotros los que juzgamos, sino la verdad, la palabra de Dios. No nuestros prejuicios, no nuestras experiencias, sino lo que dice Su palabra lo que dice la verdad.
La exhortación edifica, la exhortación es con amor. Podremos hablar verdad, y ésta puede ser dura, pero siempre lleva amor. Dios no nos manda a pelear con nuestros hermanos por que sabemos que ya pecaron. Dios busca que nos apoyemos los unos a los otros, que exista unidad, que nos preocupemos por el prójimo y por el hermano. Cuando vamos a exhortar debemos preguntarnos, ¿lo que vamos a decir nace del amor de Dios o nace de nuestro criterio?
Para exhortar, antes de hablar con nuestro hermano, debemos habar con Dios, esto es por que no vamos a hablar de lo que pensamos, vamos a habar de la verdad, de lo que Dios tiene para decirle. Habrá veces que Dios indique algo diferente a exhortar, incluso que indique callar. Debemos recordar que la iglesia no es de nosotros, la iglesia es de Él. Debemos tener mucho cuidado, mucho discernimiento y el permiso de Dios para poder exhortar. No lo debemos hacer por que tenemos cierto tiempo o cierta posición. Él nos dará el amor y las palabras para poder exhortar.
20 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Aún vendrán pueblos, y habitantes de muchas ciudades; 21 y vendrán los habitantes de una ciudad a otra, y dirán: Vamos a implorar el favor de Jehová, y a buscar a Jehová de los ejércitos. Yo también iré. 22 Y vendrán muchos pueblos y fuertes naciones a buscar a Jehová de los ejércitos en Jerusalén, y a implorar el favor de Jehová. 23 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: En aquellos días acontecerá que diez hombres de las naciones de toda lengua tomarán del manto a un judío, diciendo: Iremos con vosotros, porque hemos oído que Dios está con vosotros.
Zacarías 8:20-23
Ya vimos lo que tenemos que hacer para que la gente vea que aquí existe un Dios. ¿Estamos dispuestos a pagar el precio? ¿estamos dispuestos a dar nuestras vidas para que esto sea una realidad? No solo en O.A.S.I.S., también en todas las remanentes que hay en el mundo. El tiempo se acaba, la maldad está aumentando, la iglesia se está desbaratando.
Las señales indican por todas partes que Dios ya viene, que ya no tarda. ¿Vamos a dar lo mejor de nosotros en este tiempo que nos queda o seguiremos en temas más banales? La decisión es personal y solo Dios puede ver nuestros corazones. Nuestro éxito, fuera de Dios podrá durar toda nuestra vida, pero el formar parte de la obra y el plan de Dios tiene resultados y consecuencias que van mas allá de este mundo, que trascienden nuestra realidad.
La gente nos rechazará, no nos querrá escuchar. La gente sigue haciendo cosas como las que acaban de pasar éste fin de semana. Pero si Dios no se ha cansado de nosotros, no tenemos derecho de cansarnos todavía, por que Él a muchos de nosotros nos ha hablado por años. Muchas veces lo rechazamos inmediatamente, por años, y aun así Él siguió hablando con cada uno de nosotros. Había alguien, un amigo, un conocido, un familiar que siguió hablándonos verdad. ¿Queremos ser esa persona que hable verdad a otros o preferimos ser parte del montón? Vendrán persona a la iglesia buscando a Dios ¿lo van a encontrar o dejaremos que la iglesia se enfríe?