Transcripción de la prédica del 25 de agosto 2024
14 Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; 15 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
2 Timoteo 3:15-17
¿Podemos llegar a ser perfectos? La Biblia nos forma una estructura, nos diseña un pensamiento, una forma de ser del hijo de Dios. Cuando nacemos adquirimos una estructura del mundo, pensamientos del mundo, vemos los malos hábitos y los copiamos. Si los padres se comportan de cierta forma, los hijos ven ese comportamiento como natural. Si los amigos hacen ciertas cosas vemos en ese comportamiento el modelo a seguir de nuestra generación. Traemos una estructura, un pensamiento diferente al de la palabra de Dios. Cuando llegamos al camino de Dios, Él forma en nosotros una estructura de pensamiento para formar un carácter, para llegar a ser un hombre de Dios, pero, ¿cuánto tardará en formarse un hombre de Dios?
A veces pensamos que los hombres de Dios se hacen de la noche a la mañana. Pensamos a personas como nuestro pastor y pensamos “yo quiero ser como él, una persona llena de Dios” pero ¿cuántos años tarda una persona en transformarse, en dejar los malos hábitos, en dejar los malos pensamientos? ¿Cuanto tiempo estuvo la persona el oración para que Dios cambie el carácter y su vida? Nos gusta ver el resultado de la bendición de Dios cuando vemos formados a los hombres de Dios, pero el proceso no lo quisiéramos pasar.
Hay procesos difíciles. Moisés mato a una persona, tuvo que pasar años en el desierto, aprender la lección fuera de su tierra, para llegar a ser el hombre que Dios quería que él fuera. Todos los hombres de Dios han pasado por un proceso, por un caminar, por una estructura, por un forjarse un carácter. Si nosotros somos hijos de Dios, sabemos que Dios dice que somos reyes y sacerdotes.
6 y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.
Apocalipsis 1:6
6 Y vosotros seréis llamados sacerdotes de Jehová, ministros de nuestro Dios seréis llamados; comeréis las riquezas de las naciones, y con su gloria seréis sublimes.
Isaías 61:6
Entonces tenemos que ir forjando una estructura en nuestra mente y en nuestro corazón. El objetivo es tener la mente de Cristo en nosotros, pero los sentimientos, las emociones, nuestro carácter, nuestro temperamento es el que a veces nos es difícil ir dejando para dejar que Dios forje lo que Él quiere en nosotros.
Las personas con orígenes distintos, con situaciones distintas, con experiencias distintas, piensan de manera diferente. La Biblia nos dice que para el hombre natural todas las cosas del espíritu son locura, lo ve desde otra perspectiva, pero hay otra forma de ver las cosas.
14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.
1 Corintios 2:14
Nosotros tenemos que ir dejando las cosas que son de la carne, la forma de ver antigua para poder dejar a Dios en su lugar y que Él llene nuestros pensamientos para poder hacer su voluntad. Esto depende de cada uno de nosotros.
Nosotros reconocemos a Jesucristo como nuestro rey, pero seguimos teniendo actitudes y conductas como antes hacíamos, y es lo que tenemos que dejar y cambiar. Ya no podemos tener nuestra mente “machista” o “feminista”, debemos adoptar la mente de Cristo y llegar a acuerdos en nuestros hogares.
Dice la biblia en el primer libro de Samuel en los capítulos dos y tres que Dios destituyó al Sacerdote Elí y a toda su casa por permitir que sus hijos estuvieran en desorden y pecado, y no estorbarles.
Si no tenemos una estructura, un forjarse, una formación, un carácter en Dios, cuando vengan las pruebas será fácil caer. Necesitamos esa estructura para mantenernos fuertes, de pie. ¿En realidad es Cristo nuestro cimiento? ¿En realidad esta Cristo en nuestros pensamientos? ¿o son nuestros pensamientos los que llevamos día a día?
Si comparamos a las generaciones, por ejemplo la actual contra la de cada uno de nosotros, las estructuras mentales son diferentes. Situaciones que forjaban nuestro carácter hoy día se podrían considerar ofensivas.
Cuando educamos a nuestros hijos sabemos que si les damos todo, sin que les cueste nada, no aprenderán a valorar las cosas ni a ser agradecidos. Pero muchos jóvenes actualmente tienen una mentalidad en la cual se ofenden fácilmente, no quieren esfuerzo, no quieren sacrificios, no quieren compromisos, no quieren casarse ni tener planes a futuro. Esa es la estructura que en el ámbito secular, como sociedad estamos formando a nuestros jóvenes.
En la iglesia nuestros pensamientos son de Dios, ayudan a nuestra madurez espiritual a crecer, buscar mejorar pareciéndonos cada vez mas a Cristo, ser mejores hombres / mujeres, mejorar nuestro carácter, mejorar nuestras acciones y pensamientos, ser personas que quieran mejorar, esforzarse.
La estructura espiritual tiene afectar nuestro entorno secular, no puede ser de afuera hacia adentro, tiene que salir de la iglesia hacia afuera. Lo que tenemos dentro es lo que reflejaremos hacia afuera. Por eso es importante entender los sentimientos de Cristo, por que lo que Él era por dentro lo podía manifestar en lo que hacía, lo manifestaba hacia afuera.
En ocasiones queremos cambiar a los que nos rodean, pero no queremos cambiar nosotros. La Biblia nos enseña que primero somos nosotros, nuestra parte interna, mirar dentro de nosotros y después ver la paja en el ojo ajeno. No podemos decirle a otros que sean mejores personas si nosotros no mejoramos.
La Biblia enseña que la mujer debe sujetarse a su marido, pero ambos deben estar sujetos a Cristo. Los hijos deben sujetarse a sus padres. Muchas ideologías motivan a los hijos a seguir sus propias reglas. Si un hijo cuestiona las reglas establecidas por sus padres y por Cristo, y hace lo que quiere, y pone sus propias reglas, no hemos hecho nuestro trabajo como padres. Tenemos que corregirlo y sujetarnos al Señor.
Éstas ideologías están destruyendo a la familia y a la sociedad, destruyen a nuestros hijos y nuestra vida espiritual, y por eso no hay bendición. Si no nos sujetamos al Señor su presencia no descenderá en nuestros hogares y por lo tanto habrá carencia económica, carencia física y carencia espiritual. Por que no ponemos un alto a esas ideologías en nuestra casa. Nuestros pensamientos no pueden estar encima de los pensamientos de Dios.
Las emociones de Nuestro Señor Jesucristo
35 Jesús lloró.
Juan 11:35
12 Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; 13 y les dijo: Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.
Mateo 21:12-13
15 Vinieron, pues, a Jerusalén; y entrando Jesús en el templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el templo; y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; 16 y no consentía que nadie atravesase el templo llevando utensilio alguno. 17 Y les enseñaba, diciendo: ¿No está escrito: Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones? Mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.
Marcos 11:15-17
Si nos enojamos, ¿pecamos? ¿Jesús se enojó y pecó? ¿Es malo enojarnos? Jesús se enojó, pero no pecó. No es malo enojarnos, todo depende de lo que hay en nuestro corazón, del motivo del enojo. Jesús se enojó por que el templo se había convertido en un lugar de comercio. Pero no pecó. Muchas veces nuestros hijos hacen algo incorrecto, o quieren algo indebido, y para evitar que se enojen, accedemos a sus peticiones. En ocasiones, el evitar el enojo e ignorar la situación no es la forma correcta de proceder. A veces, por querer evitar conflictos en la casa, no decimos nada sobre las cosas incorrectas, “para que no haya problemas” Si no hacemos en la casa lo que debemos hacer, Dios nos lo va a demandar.
El amor humano se basa en alguna clase de interés. Elegimos a quien amar, y tenemos amor y consideración con quienes nos quieren, pero la gracia es diferente, querer a alguien, aun cuando nos deseche y nos desprecie, ese es verdadero amor. Dios nos ama por gracia, aun conociéndonos con nuestros errores, con nuestros problemas, con nuestras “estructuras”, Dios nos ama. Él no está condicionado a si somos ricos o pobres, si hoy pecamos o no, Él nos sigue amando, su amor permanece para siempre. Mientras tengamos vida tenemos la oportunidad de arrepentirnos y volvernos a Dios, y su amor y gracia sigue vigente. Si no queremos tomar su amor y morimos en nuestro pecado es cuestión de nosotros, pero la gracia, el amor y el perdón de Dios siguen vigentes cada mañana.
¡La oportunidad para cambiar es hoy!
Por el amor de Dios podemos cambiar, ser diferentes, pensar diferente, por el amor a Dios, no por el interés de que nos de casa o nos sirva o nos de lo que queramos. En toda la Biblia, desde el antiguo testamento, desde el inicio de la palabra, Dios ha querido que nuestra mente esté limpia.
Las vestiduras de los Sacerdotes
1 Harás llegar delante de ti a Aarón tu hermano, y a sus hijos consigo, de entre los hijos de Israel, para que sean mis sacerdotes; a Aarón y a Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar hijos de Aarón. 2 Y harás vestiduras sagradas a Aarón tu hermano, para honra y hermosura. 3 Y tú hablarás a todos los sabios de corazón, a quienes yo he llenado de espíritu de sabiduría, para que hagan las vestiduras de Aarón, para consagrarle para que sea mi sacerdote. 4 Las vestiduras que harán son estas: el pectoral, el efod, el manto, la túnica bordada, la mitra y el cinturón. Hagan, pues, las vestiduras sagradas para Aarón tu hermano, y para sus hijos, para que sean mis sacerdotes.
5 Tomarán oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido, 6 y harán el efod de oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido, de obra primorosa. 7 Tendrá dos hombreras que se junten a sus dos extremos, y así se juntará. 8 Y su cinto de obra primorosa que estará sobre él, será de la misma obra, parte del mismo; de oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido. 9 Y tomarás dos piedras de ónice, y grabarás en ellas los nombres de los hijos de Israel; 10 seis de sus nombres en una piedra, y los otros seis nombres en la otra piedra, conforme al orden de nacimiento de ellos. 11 De obra de grabador en piedra, como grabaduras de sello, harás grabar las dos piedras con los nombres de los hijos de Israel; les harás alrededor engastes de oro. 12 Y pondrás las dos piedras sobre las hombreras del efod, para piedras memoriales a los hijos de Israel; y Aarón llevará los nombres de ellos delante de Jehová sobre sus dos hombros por memorial. 13 Harás, pues, los engastes de oro, 14 y dos cordones de oro fino, los cuales harás en forma de trenza; y fijarás los cordones de forma de trenza en los engastes.
15 Harás asimismo el pectoral del juicio de obra primorosa, lo harás conforme a la obra del efod, de oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido. 16 Será cuadrado y doble, de un palmo de largo y un palmo de ancho; 17 y lo llenarás de pedrería en cuatro hileras de piedras; una hilera de una piedra sárdica, un topacio y un carbunclo; 18 la segunda hilera, una esmeralda, un zafiro y un diamante; 19 la tercera hilera, un jacinto, una ágata y una amatista; 20 la cuarta hilera, un berilo, un ónice y un jaspe. Todas estarán montadas en engastes de oro. 21 Y las piedras serán según los nombres de los hijos de Israel, doce según sus nombres; como grabaduras de sello cada una con su nombre, serán según las doce tribus. 22 Harás también en el pectoral cordones de hechura de trenzas de oro fino. 23 Y harás en el pectoral dos anillos de oro, los cuales pondrás a los dos extremos del pectoral. 24 Y fijarás los dos cordones de oro en los dos anillos a los dos extremos del pectoral; 25 y pondrás los dos extremos de los dos cordones sobre los dos engastes, y los fijarás a las hombreras del efod en su parte delantera. 26 Harás también dos anillos de oro, los cuales pondrás a los dos extremos del pectoral, en su orilla que está al lado del efod hacia adentro. 27 Harás asimismo los dos anillos de oro, los cuales fijarás en la parte delantera de las dos hombreras del efod, hacia abajo, delante de su juntura sobre el cinto del efod. 28 Y juntarán el pectoral por sus anillos a los dos anillos del efod con un cordón de azul, para que esté sobre el cinto del efod, y no se separe el pectoral del efod. 29 Y llevará Aarón los nombres de los hijos de Israel en el pectoral del juicio sobre su corazón, cuando entre en el santuario, por memorial delante de Jehová continuamente. 30 Y pondrás en el pectoral del juicio Urim y Tumim, para que estén sobre el corazón de Aarón cuando entre delante de Jehová; y llevará siempre Aarón el juicio de los hijos de Israel sobre su corazón delante de Jehová.
31 Harás el manto del efod todo de azul; 32 y en medio de él por arriba habrá una abertura, la cual tendrá un borde alrededor de obra tejida, como el cuello de un coselete, para que no se rompa. 33 Y en sus orlas harás granadas de azul, púrpura y carmesí alrededor, y entre ellas campanillas de oro alrededor. 34 Una campanilla de oro y una granada, otra campanilla de oro y otra granada, en toda la orla del manto alrededor. 35 Y estará sobre Aarón cuando ministre; y se oirá su sonido cuando él entre en el santuario delante de Jehová y cuando salga, para que no muera.
36 Harás además una lámina de oro fino, y grabarás en ella como grabadura de sello, SANTIDAD A JEHOVÁ. 37 Y la pondrás con un cordón de azul, y estará sobre la mitra; por la parte delantera de la mitra estará. 38 Y estará sobre la frente de Aarón, y llevará Aarón las faltas cometidas en todas las cosas santas, que los hijos de Israel hubieren consagrado en todas sus santas ofrendas; y sobre su frente estará continuamente, para que obtengan gracia delante de Jehová.
39 Y bordarás una túnica de lino, y harás una mitra de lino; harás también un cinto de obra de recamador.
40 Y para los hijos de Aarón harás túnicas; también les harás cintos, y les harás tiaras para honra y hermosura. 41 Y con ellos vestirás a Aarón tu hermano, y a sus hijos con él; y los ungirás, y los consagrarás y santificarás, para que sean mis sacerdotes. 42 Y les harás calzoncillos de lino para cubrir su desnudez; serán desde los lomos hasta los muslos. 43 Y estarán sobre Aarón y sobre sus hijos cuando entren en el tabernáculo de reunión, o cuando se acerquen al altar para servir en el santuario, para que no lleven pecado y mueran. Es estatuto perpetuo para él, y para su descendencia después de él.
Éxodo 28
Los sacerdotes vestían de una forma muy formal. ¿cómo debemos vestir nosotros en el templo? ¿no importa, de todas formas Dios nos quiere? Efectivamente Dios nos ama de cualquier forma que nos vistamos, pero esto no quiere decir que vistamos mal. En el versículo Dios pide una lámina de oro para la frente, grabada con la leyenda “Santidad a Jehová” Desde el inicio de la escritura, Dios quiere que nuestros pensamientos estén en santidad. Si pensamos en la santidad de Dios, Él se encarga de vestirnos. Somos sacerdotes de Dios en todas partes, entonces vistámonos y pensemos como hijos de Dios. Nuestra mente debe estar pensando siempre en santidad. Continuamente estamos pensando en cosas que no le agradan a Dios, o bien, en cosas que toman el lugar de Dios.
Cristo tuvo que portar una corona de espinas en la cruz por que vino a pagar por nuestros pecados, por nuestros malos pensamientos. Lo hizo para que ahora nosotros podamos tener una mente limpia, una mente agradable a Dios.
Dios cambia todo pensamiento, por que sus pensamientos son mayores a nuestros pensamientos. Nosotros tenemos que buscar limpiar nuestra mente, levantarnos, esforzarnos, hacer lo que Dios quiere. Dios nos ama y nos quiere junto a Él, pero somos nosotros los que nos alejamos y no dejamos que las bendiciones lleguen. Si en nuestros pensamientos no bendecimos a nuestra esposa / esposo, o a nuestros hijos, ¿cómo queremos que Dios los bendiga después? ¿como queremos recibir las bendiciones si volcamos nuestros pensamientos en otras personas o en otras cosas diferentes a Dios? Jesús padeció como hombre para darnos ejemplo, para que nosotros seamos a su vez ejemplo para otros. Si la gente nos ve diferente seremos ejemplo de Cristo, pero si nos comportamos igual que ellos la gente no vera diferencia entre ser o no ser cristiano. Nuestras obras deben decir lo que nosotros decimos ser.
45 Y entrando en el templo, comenzó a echar fuera a todos los que vendían y compraban en él, 46 diciéndoles: Escrito está: Mi casa es casa de oración; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.
Lucas 19:45-46
14 y halló en el templo a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas allí sentados. 15 Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas; 16 y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado. 17 Entonces se acordaron sus discípulos que está escrito: El celo de tu casa me consume.
Juan 2 14-17
Jesús tuvo una causa, una razón para enojarse, pero ni aun así pecó.
26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo,
Efesios 4:26
La biblia nos dice que como seres humanos podemos llegar a enojarnos, pero guardarnos de pecar.
¿Hasta que punto debemos tener la santidad de Dios en el templo? Hay corrientes que se dicen cristianas donde la santidad a Jehová se esta perdiendo. Se hacen ritos en el púlpito o en el altar que no son del agrado de Dios. Estas comunidades hablan de la Biblia y practican cosas que no son bíblicas. El problema es que la gente cree en esas cosas por que no conoce la palabra de Dios y han convertido el templo de Dios en clubs sociales. ¿Cómo permiten esas cosas? ¿dónde está el celo de Dios? ¿dónde está la santidad y la mente de Cristo? Nos olvidamos de estas cosas por que no leemos la Biblia.
A Jesús le molestó que tomaran su templo como centro de comercio. Tristemente sigue habiendo personas que toman lo que le pertenece a Dios para hacer negocio.
1 Otra vez entró Jesús en la sinagoga; y había allí un hombre que tenía seca una mano. 2 Y le acechaban para ver si en el día de reposo[a] le sanaría, a fin de poder acusarle. 3 Entonces dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate y ponte en medio. 4 Y les dijo: ¿Es lícito en los días de reposo hacer bien, o hacer mal; salvar la vida, o quitarla? Pero ellos callaban. 5 Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y la mano le fue restaurada sana.
Marcos 3:1-5
El Señor sintió enojo y tristeza. Él miro la dureza de sus corazones al no poner a la persona primero. Hoy día hay situaciones en las que se tratan mejor a los animales que a las personas. Nuestros pensamientos no son correctos, tenemos que buscar una estructura que sea agradable a Él. A veces tenemos que reemplazar piezas de la estructura para que quede mas fuerte.
A veces vemos a las personas necesitadas y nos compadecemos, pero en realidad no sentimos los que ellas sienten. Cuando sintamos lo que Dios siente, el nos llevará a darle y ayudar a las personas que lo necesitan. Dios siente dolor por las personas que pecan y por las que no pecan, no hace distinción de personas.
Debemos buscar a Dios y buscar que nuestros sentimientos cambien, así cada uno de nuestros pasos serán de bendición para otros. Tenemos que despertar y cambiar nuestra forma de ver la vida.
14 Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios.
Marcos 10:14
Jesús se indignó. Sabemos que los niños suelen ser latosos, pero hay que verlos como Él los ve, “por que de los tales es el reino de Dios” Él nos bendecirá a través de los niños. Hay personas que no les interesa lo que sus hijos hacen, o ven, o juegan, o el nombre de sus amigos o intereses, con tal que no molesten.
12 Y gimiendo en su espíritu, dijo: ¿Por qué pide señal esta generación? De cierto os digo que no se dará señal a esta generación.
Marcos 8:12
33 Y tomó consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y comenzó a entristecerse y a angustiarse. 34 Y les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí y velad.
Marcos 14:33-34
Jesús se entristeció hasta la muerte. El conoce nuestro dolor, nos entiende en nuestro más profundo dolor.
34 ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste!
Lucas 13:34
Hay que imaginar el dolor del Señor queriendo juntar a su pueblo, y ellos lo despreciaron y lo crucificaron. ¿cuántos de nosotros somos así de tercos? El nos llama y nosotros no queremos obedecer. Nos levanta para orar y queremos dormir, nos manda a predicar y no queremos ir. Debemos aprovechar que Él esta con nosotros.
42 diciendo: ¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Mas ahora está encubierto de tus ojos.
Lucas 19:42
Es terrible, en este dilema de no querer hacer la voluntad de Dios, lo que es bueno para nosotros, pero que después podrá estar encubierto a nuestros ojos.
21 Habiendo dicho Jesús esto, se conmovió en espíritu, y declaró y dijo: De cierto, de cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar.
Juan 13:21